Porqué gestionar la ética y reputación empresarial

Publicado el 22 de febrero del 2017

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Nos ha tocado vivir una época de la historia compleja. Somos escépticos ante los riesgos y amenazas que nos envuelven, ciertamente sutiles y poliédricos. Ahí están los mercados financieros desbocados, las transiciones políticas y económicas y el terrorismo ideológico y radical. Y cómo no, los problemas medioambientales, la biodiversidad, el cambio climático, los enfrentamientos étnicos, los fenómenos demográficos, de distribución de la riqueza, de los recursos, y los increíbles retos del desarrollo tecnológico y, también, los desastres naturales.

Las empresas, sus negocios, no pueden abstraerse de este entorno. Como tampoco lo pueden hacer del surgimiento de nuevos mercados como China, India, Brasil y su futuro poderío económico, tecnológico y humano, de las nuevas e innovadoras formas de comunicarse a través de las redes sociales como Twitter, Facebook… de innovadoras formas de ocio como Hulu TV, iPod, o del nuevo cine tridimensional que abstraen al consumidor.

A este coctel de cambios vertiginosos añada las graves crisis corporativas, los escándalos financieros y de corrupción recientes, la incertidumbre económica, y obtendrá como resultado que la credibilidad de las empresas y de sus líderes como organizaciones capaces de vertebrar a la sociedad y liderarla en la senda del  crecimiento económico y la consolidación ética y de valores, está puesta en duda, hoy más que nunca.

Recomendamos pues la gestión de la reputación empresarial, esta es, y será, esencial para sobrevivir en los mercados. Porque permitirá a las empresas y organizaciones:

• Asegurar la gestión ética de todo el proceso productivo.
• Diferenciar sus marcas en medio de la epidemia de “infoesclerosis” de los nuevos soportes y redes de comunicación universales.
• Minimizar los riesgos operacionales y corporativos.
• Reducir los costos productivos y de gestión de los intangibles.
• Atraer a los inversores que buscan empresas orientadas a la gestión del beneficio de forma ética y responsable.
• Retener a los mejores talentos profesionales.
• Trabajar con los mejores socios y proveedores.
• Innovar, encontrar procesos más eficaces de hacer mejor las cosas.
• Conquistar y fidelizar a los mejores clientes.
• Asegurar el capital financiero y humano.
• Ser reconocidos y aceptados en su justa medida por la sociedad.
• Ser la primera opción por la fiabilidad de sus productos y servicios.
• Ser competitivos, rentables, flexibles en base a una gestión guiada por la ética de los valores que la sociedad
 

“La ética económica es un factor indispensable para el desarrollo de las economías del mundo”.

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