Pautas para gestionar la ansiedad en las organizaciones

Es el nivel de ansiedad, como individuos y como organización, que nos provoca la carga emocional que necesitamos para manejarnos en un mundo incierto por naturaleza.

Los directivos sin la ansiedad necesaria ponen su empresa en peligro, se convierten en personas complacientes y poco competitivas. La falta de ansiedad proporciona a la gente una falsa sensación de seguridad y dificulta la innovación constante. En el extremo opuesto, cuando se tiene un grado de ansiedad demasiado alto, el directivo se paraliza y es incapaz de gestionar el cambio y la incertidumbre. Su ansiedad genera caos, confusión, hace descender la productividad y hace estragos en la moral.

Sólo quienes son capaces de generar el nivel de ansiedad justo, llegan a lo más alto. A continuación, cuatro pautas esenciales para gestionar la ansiedad en su “Justa Medida”:

• Impacta: Los líderes del siglo XXI han de ser capaces de entusiasmar y comunicarse con una generación diferente que viene con premisas y demandas distintas. Ha de tener un sentido humano, liberar los talentos y los conocimientos y saber gestionar con la justa ansiedad la incertidumbre.
• Liderazgo vivo: Necesitamos líderes que escuchen su corazón, que innoven, que se atrevan a hacer cosas diferentes, que rompan esquemas, que salgan del confort del mero resultado.
• Atrévete a ser: Los auténticos líderes no se distinguen por su talento innato o su dominio técnico, sino por su capacidad de inspirar en otros energía, pasión y entusiasmo. Y estos sentimientos se extienden rápidamente en los equipos de trabajo estimulando a los demás.
• Cuestiona: Crea una cultura que cuestione el statu quo y que se enfrente a los desafíos de la organización de una forma inusual, buscando nuevas formas para dirigirlos. Cuestiona las viejas formas de trabajar que sólo tenían sentido en el pasado y que surgieron para resolver un problema que ya no es relevante para la organización.
• Innova: Explora nuevas vías y evita las respuestas fáciles al problema. Concede una oportunidad a las nuevas ideas sin paralizar la capacidad de la organización para conseguir sus resultados en el día a día.